viernes, 27 de noviembre de 2009

Estudio De Anatomía (s.XV)

Un estrepitoso jaleo me hizo salir de mi sueño. Mientras me incorporaba en mi camastro Andrea irrumpió en el estudio, jadeante y con una expresión de terror que me dejó desconcertado. No tardé en comprender lo que pasaba.

Rápidamente me lancé en dirección a la puerta. Tarde. La primera piedra se coló por la ventana con tan mala fortuna, que me golpeó en la cabeza dejándome aturdido el tiempo suficiente para convertirme en simple espectador de la macabra comedia que me rodeaba.

El terror me ató de pies y manos cuando el crujir de la puerta se trasformó en un golpe seco. Seca mi garganta, no fui capaz ni de soltar un grito ahogado.

Andrea estaba junto a la chimenea, donde había lanzado al fuego todo lo que había encontrado en mi escritorio. El olor a pelo y carne quemada lo ocupaba todo.

Supongo que su rostro no era más que un reflejo del mío… Sus ojos parecían a punto de saltar de sus cuencas y su tez se mostraba tan pálida como si el mismísimo Can-Cerbero se hubiera mostrado ante ella. Su aspecto famélico siempre había contrastado con su vitalidad, pero al paralizarle el horror casi parecía un cadáver.

El descabezado monstruo irrumpió en la habitación en forma de muchedumbre de mil ojos, sus crines de fuego viciaron el ambiente mientras arrasaba con todo. Un súbito empujón me lanzó contra unos brazos que retorcieron los míos mientras los ataban a mi espalda. Vi con gran desazón cómo golpeaban a Andrea y la sacaban a la calle tirando de su melena rubia. No sé si fue el humo de esas antorchas, el calor que empapaba mi ropa o la sangre que lloraba mi frente, pero perdí el sentido cuando el monstruo bramó contra mí su veredicto carente de juicio: -¡¡Hereje!!

jueves, 26 de noviembre de 2009

Pánico.

Pánico.
Abres la boca. La abres tanto que incluso te crujen las mandíbulas. Ordenas a los pulmones que cojan aire, ahora, necesitas aire, lo necesitas ahora. Pero tus vías respiratorias te ignoran. Se colapsan, se estrechan, se aprietan,y de repente te encuentras respirando a través de una pajita de refresco. La boca se cierra y frunces los labios, y lo único que consigues articular es un grito ahogado. Las manos se agitan y tiemblan. En algún lugar se ha roto una presa y el sudor frío te inunda, empapa tu cuerpo. Quieres gritar. Lo harías si pudieses. Pero para gritar necesitas respirar.
Pánico.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Modestia'08

Hoy me sentí pequeño,
un espejo sin reflejo
una sombra sin su cuerpo
una foto sin su historia.

Lo sentí, pero no importa
soy capaz de ser persona
si me caigo me levanto
olvidando mi derrota.

Y me pongo la chaqueta
yo seré lo que prefiera
no me importa lo que venga
yo puedo con lo que sea.

Hoy soy sexy, irresistible
soy gracioso, soy sensible
soy atento, algo grosero
pero se bien lo que quiero.

No tengo una alternativa
tengo todo un mundo lleno
yo decidiré mi vida
andando sobre mis miedos

No me importa lo demás
sólo lo que llevo dentro
ya no hay nada capaz
de hacerme sentir pequeño.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Tus Ojos.

Son tus ojos margaritas

que deshojan mi cabeza

cada vez que ellos me miran

mi mundo se decelera.


Es tu pelo suelto un velo,

cortina de seda fina,

liso manto de azabache

que guarece tu sonrisa.


Y tu sonrisa es poesía

dulce verso que acaricia

lo que en mí se hallaba muerto.

Hoy siento vida en mi pecho.


Es tu cuerpo como un fuego

que me quema sin tocarlo,

yo me prendo con mirarlo,

si estoy contigo me quemo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sacas De Hielo

El sonido del despertador acalló mi mente. El sudor me había pegado las sábanas.

Me levanté aliviado y me dirigí hacia la cocina. La oscuridad acunaba mi silueta y cubría mis pasos. Abrí el congelador y saqué dos sacas de hielo que había comprado esa tarde. Antes de abandonar la cocina abrí la nevera y tomé un trago de leche.

Me dirigí al cuarto de aseo. En la bañera tenía el cadáver casi congelado de mi amante. Abrí las sacas de hielo y me puse a vaciarlas sobre el cuerpo. ¡Cual no fue el horror que sufrí al sentir su abrazo helado a mis espaldas! Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me hizo girarme de un salto.

Resbalé.

Yace mi cuerpo ahora, inerte junto a esta bañera. Bajo mis pies una saca de hielo derretido. Sobre tibia sangre reposa mi cabeza.

martes, 10 de noviembre de 2009

Mi Yonkez


Viviendo en mi yonkez
ignoro el exterior
olvido los recuerdos
pierdo la razón.

Viviendo en mi yonkez
olvido el corazón
pisando los papeles
en que estampé mi voz.

Perdido en mi yonkez
no busco solución
y me dejo poco a poco
como un simple perdedor.

Perdido en mi yonkez
aún miro tu rostro,
olvido lo real
y me voy volviendo loco.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Oda a una caja de chicles

Azul como el cielo

como el príncipe del cuento

como las aguas del océano

como la tinta con que escribo.


Guardando en tu interior

un hatillo de recuerdos.

Tantos bolsillos ocupados.

Tantas manos, tantos sueños.


Pequeña y cuadrada

en tu plástico encerrada.

Y ahora que eres libre

te sientes vacía y sin nada.


Chafada y pisoteada

como el cielo tienes nubes,

pero no arcos de colores.

Al final todos te olvidan;

al final todos se esconden.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Spanglish

Corro despavorido, me persiguen. No logro darles esquinazo. Los arbustos arañan mi costado y los matorrales golpean mi rostro. Cada vez están más cerca. Repentinamente me encuentro frente a ellos. No estoy agotado, estoy exhausto. Además ellos me ganan ampliamente en número. Me siento acorralado. El primero de estos canes se abalanza sobre mí, mientras otros me atacan por detrás mordiendo mis patas traseras. Observo retirados a unos personajes deleitándose del espectáculo de mi agonía sobre unos caballos.

Despierto. Todo ha sido una pesadilla.

Estoy en un pasadizo estrecho. Suelo de tierra y paredes de madera. La oscuridad que me envuelve desaparece frente a mí. Estoy ante una enorme portezuela de madera. Un griterío ensordecedor me estremece. Al instante es acallado por un sonido similar a un grito desgarrado. Se abre el portón. Un humano vestido de forma extraña me hace señas con una capa roja.