El sonido del despertador acalló mi mente. El sudor me había pegado las sábanas.
Me levanté aliviado y me dirigí hacia la cocina. La oscuridad acunaba mi silueta y cubría mis pasos. Abrí el congelador y saqué dos sacas de hielo que había comprado esa tarde. Antes de abandonar la cocina abrí la nevera y tomé un trago de leche.
Me dirigí al cuarto de aseo. En la bañera tenía el cadáver casi congelado de mi amante. Abrí las sacas de hielo y me puse a vaciarlas sobre el cuerpo. ¡Cual no fue el horror que sufrí al sentir su abrazo helado a mis espaldas! Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me hizo girarme de un salto.
Resbalé.
Yace mi cuerpo ahora, inerte junto a esta bañera. Bajo mis pies una saca de hielo derretido. Sobre tibia sangre reposa mi cabeza.
Un concurso de microrrelato de terror homenaje a Edgar Allan Poe. Máximo 160 palabras. Para quien le interese, más información en:
ResponderEliminarhttp://www.artgerust.com/certamenes.php
Esta historia participa de este concurso, aunque modestamente pienso que no llegará muy lejos.