Seremos capaces de alcanzar el infinito
devorando los delitos que quisimos cometer.
Y romper sin darnos cuenta
las poesías incompletas
que hablaban del ayer
que hablaban del malquerer.
Tiraré por tu ventana
esa cama oxidada
ese grito desgarrado
que no significa nada.
Y lloraré de alegría
cuando sienta que eres mía
cuando sepa que te tengo,
que me tienes tú igual.
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