Tantas veces tú sangraste
para darnos de beber
sólo agua era tu sangre
sin poderte defender.
En tu oscura tez te guardas
y algo te hizo envejecer
granizo, nieve y agua.
Te vinieron los perros a oler…
Tu calcárea camiseta,
tu naranja pantalón.
Dime quien te diseñó
pues quizás fuiste un pecado.
Ignorante, abandonada
pocos hoy te pisan ya…
y tu ahí sigues estancada
brilla hoy sólo tu pedal.
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